Las fracturas de cadera son muy comunes en los adultos mayores, ya que la descalcificación y la desaparición de trabéculas óseas a veces en proporciones importantes hacen que la zona de la cadera sea muy vulnerable, donde incluso la puede ocasionar una caída muy simple.
Además, el índice de mortandad es muy alto para este tipo de situaciones, donde además es gasto económico por mucho tiempo, ya que la recuperación del paciente tardará meses, en donde necesitará ayuda profesional (enfermera o enfermero a domicilio), sesiones de fisioterapia, adaptar el espacio a la comodidad del paciente, etc. Sin embargo estas caídas pueden evitarse en gran medida de la siguiente manera:
– Hacer ejercicio por lo menos 30 min. diarios: Para el adulto mayor, basta con hacer una caminara diaria por el parque, el patio, o algún lugar al aire libre. La mayoría de los casos de fractura de cadera llegan por una vida sedentaria.
– Dieta balanceada: Es aconsejable acudir con un nutriólogo- geriatra que determine el mejor plan alimenticio para el adulto mayor.
– Tomar vitamina D: La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber mejor el calcio en nuestros huesos. Es recomendable visitar a su geriatra para que le indique el mejor plan multivitamínico que el paciente necesite.
– Poner soportes en los baños, escaleras y superficies resbalosas, así como una silla de baño, un tapete antiderrapante en la ducha. Para la cama es preferible que esté baja, para evitar alguna caída.
– Tener iluminados pasillos y la casa en general
– Tener cuidado con sedantes y medicamentos controlados, en dosis excedidas, el paciente podría sentirse mareado y sufrir una caída.
La prevención siempre será la mejor forma de cuidarnos, y prepararnos para nuestro futuro cuerpo es una inversión a largo plazo que nos permitirá vivir nuestros años dorados con más armonía y plenitud.